sábado, 12 de mayo de 2007

Balance y perspectivas de la co-gestión: ¿Cuál es el modelo productivo que corresponde al socialismo que queremos construir?



BALANCE Y PERSPECTIVA DE LA CO-GESTION EN CVG ALCASA

Carlos Lanz R. *

En estas líneas voy a reseñar una especie de evaluación de la experiencia alcanzada en dos años de cogestión, delimitada en tres etapas con énfasis en los tópicos de carácter socio-políticos:

a.- Primera etapa, que tuvo que ver con la construcción de la viabilidad política, centrada en la renovación gerencial y la justicia social.

b.-Segundo etapa, enmarcada en el enfoque de cogestión con cambios en las relaciones de producción y en una nueva prospectiva estratégica

c.- Tercera etapa, vinculada al actual debate sobre los consejos de fábrica, las empresas socialistas y el modelo productivo rumbo al socialismo.

Todo este proceso puede ser reconstruido documentalmente, considerando múltiples fuentes de información:

1.- La numerosas asambleas y discusiones en el seno de la comunidad alcasiana, reseñadas en 254 HOJAS DE COGESTION, las cuales están editada en dos tomos.

2.- Las certificaciones de Junta Directiva.

3.- Las innumerables notas y comentarios de la prensa regional.

4.- Los volantes y pronunciamientos de actores oponentes del proceso cogestionario..

5.- Varias compilaciones o ensayos sobre tópicos como la reducción de la jornada de trabajo, la división social del trabajo, la formación permanente, el debate sobre el socialismo, los consejos de fábrica, etc..

De suyo se comprende que este proceso ha tenido un desarrollo contradictorio y diverso, siendo una construcción colectiva tensionada por conflictos larvados, por intereses encontrados. Pero como todo proceso revolucionario que apunta al cambio, tiene que vencer resistencias y derrotar adversidades de diversas naturalezas.

Como un aporte para la evaluación del proceso cogestionario impulsado en la empresa , vamos a reseñar las diferentes etapas antes nombradas.

Reflexiones de cierre del documento (acceso al documento completo)

Finalmente, en esta tercera etapa del proceso co-gestionario, también se ha abierto la reflexión sobre el modelo productivo que corresponde al socialismo que queremos construir. En este marco es ineludible examinar las premisas o puntos de partidas de dicho proceso, ya que allí se encierra una toma de posiciones teóricas e ideológicas que deben ser evidenciadas, explicitadas si queremos profundizar el proceso y realizar cambios radicales.

En esa dirección, hemos estado problematizando la discusión al estilo ¿Puede construirse el Socialismo perpetuando la explotación del trabajo?, y hemos propuesto rescatar la lectura del proceso inmediato de producción (ámbito donde la valorización del capital tiene su raíz) para superar la óptica que reduce el análisis a la esfera de la circulación y la distribución de bienes y servicios. Como una contribución a este debate, hemos editado una compilación bajo el título “¿PUEDE CONSTRUIRSE EL SOCIALISMO PERPETUANDO LA ENAJENACIÓN DEL TRABAJO?(Aportes para el debate sobre el proceso de trabajo que debe imperar en el nuevo modelo de desarrollo)” Como un adelanto al contenido de dicho material, brevemente vamos a focalizar lo que es el centro de nuestra reflexión.

Mantenerse en la circulación sin profundizar en el estudio de la producción real, tiene múltiples implicaciones, pero vamos a destacar algunas donde se observa el nexo entre epistemología y política:

La esfera de la circulación y la distribución, forma parte del proceso económico, pero ya desde Marx quedó claro que este es el límite de la economía política burguesa, y sólo realizando su crítica se rompió el velo apariencial que encubre el régimen de producción capitalista. Esta fue una de la ruptura epistemológica que realizó el marxismo en relación a la economía clásica (Adam Smith y David Ricardo), a descubrir el doble carácter del trabajo: trabajo necesario y trabajo excedente (denominado también como plus-trabajo, trabajo no pagado, plusvalía), siendo este último la fuente de la acumulación capitalista. Si Marx se hubiese mantenido atrapado en la apariencia de la relación mercantil o de intercambio salarial, por ejemplo, no habría descubierto el origen de la ganancia y hubiese reiterado el error de la economía política de sostener que el salario paga el trabajo en cualquier jornada laboral.

Toda la fuerza de la crítica de la economía política posee este punto de partida, el cual desmantela la justificación ético-política del régimen de producción capitalista, ya que el lucro, la ganancia, no surge del esfuerzo, el ahorro, el riesgo o ingenio empresarial como sostienen los lugares comunes divulgado por los agentes ideológicos del capital, sino de la apropiación del trabajo excedente (lo que también se conoce como teoría del valor-trabajo o teoría de la explotación del trabajo). Todo el móvil de la producción capitalista está centrado en la producción y apropiación del trabajo excedente. Históricamente hemos conocido el alcance y límite de la sed insaciable del capital para obtener el plus-trabajo, donde se han dado coyunturas donde lo han alcanzado extendiendo la jornada laboral, en otros casos, incrementando el ritmo y la cadencia de la producción, abaratando los costos de reproducción de la fuerza de trabajo, desvalorizando el trabajo. En el marco del capitalismo, la “productividad del trabajo“ está asociada a tal dinámica y la aplicación de la ciencia y la tecnología se ha articulado a dicho propósito.

Las pregunta obligantes siguen siendo ¿Puede construirse el Socialismo suscribiendo este
enfoque de la productividad del trabajo? ¿Es coherente política e ideológicamente plantearse distribuir el excedente sin discutir como se produce?, ¿Evadir esta precisión no conduce a perpetuar las relaciones de producción capitalista, confundiendo capitalismo de Estado con Socialismo, como lo hicieron los soviéticos? En CVG Alcasa, en el proceso co-gestionario hemos problematizando el régimen de producción y de allí la consigna “Co-gestión con cambio en las relaciones de producción” y en esta tercera etapa del proceso, hemos colocado en la agenda una nueva manera de comprender la “cultura del ahorro y la productividad”, implicando otra lógica productiva dirigida a humanizar el trabajo, alcanzar metas de desarrollo humano integral, alejado del móvil de la máxima ganancia y su acumulación.

Esta postura política-ideológica, define en nuestro criterio, el núcleo central de lo que debe ser una empresa socialista y nos obliga a evaluar de otra manera el proceso inmediato de producción en nuestra planta, particularmente, humanizar el puesto de trabajo que hoy continúa bajo la impronta taylorista:

  • · Las prácticas operativas y las normas de rendimiento.
  • · La adscripción de cargo y el tabulador.
  • · Horarios, turnos y condiciones de higiene y seguridad.
  • · Cualificación profesional y la nueva manera de entender la carrera en la formación permanente.

Este es el reto esencial del proceso co-gestionario en la actual etapa de transición rumbo al socialismo.


* Presidente de CVG/ALCASA
8 de Mayo 2007

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