viernes, 20 de abril de 2007

La Emancipación del Trabajo como base del programa Socialista

Carlos Lanz Rodríguez

I.- LAS INTERROGANTES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA

En la actual coyuntura que vive la revolución venezolana se viene generando un clima de debate y reflexión en torno al socialismo, proceso éste donde se comienza a presentar las diversas concepciones, teorías, experiencias, sueños y esperanzas, en torno al cambio revolucionario .

Se trata de un debate inconcluso en el seno de los revolucionarios no sólo en Venezuela sino en todo el mundo, el cual ha cobrado fuerza en diversos momentos y ha producido montones de artículos, textos, sin dejar de dejar de señalar la ola de sanciones, expulsiones, excomuniones y otros expedientes propios de la burocracia partidista que silenció cualquier discrepancia con el dogma oficial del momento. Esto es harto conocido y puede rastrearse documentalmente en las historias de las Internacionales Comunistas o trotskistas, y en los diversos agrupamiento consulares en los que se dividió la izquierda mundialmente

En tal sentido, la pregunta . ¿ Cual Socialismo ? nos señala la inmensa responsabilidad intelectual que demanda el debate actual, donde la cuestión del socialismo no se puede simplificar ni banalizar, así como tampoco debemos reproducir el dogmatismo-empirismo.

En relación a esta última pareja epistemológica, también podemos señalar por experiencia que la simple repetición de recetas y categorías aplicadas mecánicamente y su combinación con el tareismo no puede conducir sino al fracaso, unas premisas no contextualizadas históricamente amarradas con una práctica ciega, conduce al oportunismo ideológico.

Por otro lado hoy se puede reconstruir como el marxismo soviético, no fue más que una determinada manera de entender los aportes de Marx, donde estaban ausentes varios trabajos de este autor considerados como no “científicos”, “obras juveniles”, entre ellos los Manuscritos Económicos-Filosóficos de 1844, los Grundrisse, el Capítulo VI Inédito de El Capital, entre otros.. Precisamente, se trataba de aquellos escritos donde Marx desarrolla la crítica de la economía política desde una perspectiva humanista, condenando la explotación del trabajo desde el proceso inmediato de producción. Esta última lectura de Marx no permite justificar en su nombre la adopción de un “modelo de acumulación socialista”, ni la aplicación de la Ley del Valor-Trabajo en la construcción de la nueva sociedad, muchos menos pudiese justificar un concepto de productividad de base taylorista tal como lo desarrollaron los soviéticos .

En esa dirección, particular importancia posee las investigaciones planteadas sobre el CAPITULO VI INEDITO DE EL CAPITAL, donde el Marx definido como “maduro” reitera la crítica a la enajenación del trabajo, condena la sumisión del trabajo al capital a partir del proceso inmediato de producción, reivindica el humanismo y la subjetividad del trabajo como emancipación, tal como lo había sostenido en sus escritos llamados de “juventud”, como son los Manuscritos Económicos-Filosóficos de 1844 y otros trabajos.

Algún lector no consustanciado con tal referencia bibliográfica ni con sus implicaciones en la construcción socialista, puede pensar que se trata de una problemática teoricista, propia de académicos.

Sostengo que este es un nudo crítico de cualquier cambio revolucionario, es decir, definir estos aspectos de lecturas es básico en la superación del capitalismo. Los soviéticos no sólo fracasaron por las prácticas burocráticas del partido, sino porque reprodujeron la lógica de la acumulación capitalista en una óptica economicista y tecnocrática: no eliminaron la extorsión del trabajo, aplicaron los desarrollos científico-técnico sin crítica, adoptaron el taylorismo bautizado para la época como “stavjonismo”.

Esta reflexión no es gratuita porque en Venezuela hay grupos e individualidades identificadas con el marxismo soviético que quieren un “socialismo científico” fundado en el desarrollo de las fuerzas productivas, en la aplicación de la ciencia y la tecnología sin discusión, en la perpetuación de la división social del trabajo.

El aspecto dilemático del socialismo como negación del capitalismo, es la superación de la Ley del Valor, como teoría y práctica de la explotación del trabajo, hoy por hoy la clave es eliminar la enajenación del obrero que vive las consecuencias de la fragmentación de la tarea.

De allí, la urgencia de responder las siguientes 5 preguntas:

1.- ¿ Puede construirse el socialismo manteniendo la contradicción entre el proceso de trabajo y la valorización o aceptando la primacía del valor de cambio por encima del valor de uso ?

2.- ¿ Puede construirse el socialismo sin poner en discusión la obtención de plusvalía, el pillaje legalizado del plustrabajo, trabajo excedente o trabajo no pagado al obrero ?

3.- ¿ Puede construirse el socialismo aceptando los paradigmas industriales propios del capitalismo, como son el taylorismo, el fordismo o el neofordismo?

4.- ¿ Puede construirse el socialismo partiendo de la concepción de la productividad del trabajo que se fundamenta en la parcelación del saber y de la tarea, es decir, en la profundización de la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual del obrero ?

5.- ¿ De qué socialismo estamos hablando ? ¿Capitalismo de Estado ?

Esta son interrogantes que demandan respuestas por parte de los revolucionarios que creemos en el socialismo. No responderlas es reproducir la vieja conseja gatopardiana: CAMBIAR PARA QUE NADA CAMBIE.

II.-LA ANATOMIA DEL CAPITALISMO SEGÚN LA CRITICA DE LA ECONOMIA MARXISTA

Marx ubicó la raíz genética del actual cuadro de explotación planetaria y puntualizó sus características:
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1.- Contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones
de producción.


2.- Contradicción entre la producción social y la apropiación individual de la
riqueza.

3.-Contradicción entre el trabajo abstracto y el trabajo concreto

4.-Contradicción entre el valor de uso y valor de cambio.

5.-Contradicción entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.

Como la producción capitalista no está dirigida a satisfacer necesidades colectivas, como actividad consciente y planificada democráticamente, donde la economía esté al servicio del ser humano, todo el proceso está modelado por el comportamiento de la tasa de ganancia y su apropiación privada. La dinámica de la cuota de ganancia y su tendencia a decrecer, hacen que el capitalista siga el hilo de este comportamiento: invierte o ahorra según los indicadores de rentabilidad. Por ejemplo, si la tasa de interés es mayor que la tasa de ganancia en la agricultura, jamás va a invertir en este sector. Al contrario, se va concentrar en el negocio especulativo.

En consecuencia, a partir de esta lógica esencial del capitalismo, se producen un conjunto de deformaciones estructurales, entre las que destacan:

1. Anarquía en la producción: no hay equilibrio entre producción, distribución y consumo de bienes y servicios

2. Distorsiones sectoriales: no hay armonía entre la agricultura, la industria y el comercio.

3. Sobreproducción de mercancía y subconsumo: se produce de una manera irracional un conjunto de bienes que no tienen compradores, ya que hay poca capacidad adquisitiva de la población.

En la actual coyuntura histórica, estamos presenciando el desarrollo de diversas manifestaciones de la crisis orgánica del capitalismo a partir de las anteriores insuficiencias estructurales. Es muy común oír hablar de recesión, inflación, y más sofisticadamente se han acuñado términos como Stagflaction para caracterizar el proceso de alza de precio con estancamiento de la producción o slumpflaction para señalizar la subida de precio con retroceso en la producción
Sin embargo; el curso hacia el derrumbe que sigue la crisis capitalista por el comportamiento de la tasa de ganancia y su impacto en las deformaciones estructurales, no es mecánico ni automático. Carlos Marx, evaluó un conjunto de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia, las cuales han sido aplicadas por el capital como parte de los paquetes anti-crisis:

1.-Incremento de la explotación del trabajo, ya sea extendiendo la jornada de trabajo o intensificando el ritmo de la misma. Esta estrategia choca con la resistencia de los trabajadores y con los límites que genera el desempleo tecnológico.

2.-Desvalorización del salario, reduciendo el costo de reproducción de la fuerza de trabajo, eliminando la contratación colectiva y la seguridad social.

3.-Desvalorización del capital constante, depreciando prematuramente maquinarias y equipos. Contemporáneamente ha surgido la tendencia conocida como OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

4.-Aceleración de la velocidad de circulación de la mercancía, mejorando el sistema de transporte, comunicaciones, distribución, comercialización y mercadeo. De aquí también emerge la TERCIARIZACIÓN DE LA MERCANCÍA ( es decir, predominio del sector de servicio y el comercio en relación con la industria y la agricultura ), donde el conocimiento y la información pasan a jugar un rol estelar.

5.-Conquista de nuevos mercados y apropiación de materia prima de los países colonizados. El capital, históricamente ha empleado estas diversas estrategias para salir de la crisis. En cada coyuntura o momento político ha prevalecido alguna de ellas, siempre en correspondencia con las fuerzas con que cuentan los oponentes. Por ejemplo, el grado de conciencia y movilización de los trabajadores ha frenado la extensión de la jornada de trabajo y ha conquistado más bien su reducción. La propia competencia entre las diversas fracciones del capital, las disputa entre las naciones imperialistas, las luchas de liberación nacional que han emprendido los pueblos, han hecho fracasar muchas de estas políticas anti-crisis. Pero hay una constante histórica, el imperio no ha vacilado en emplear elementos EXTRAECONÒMICOS (violencia y coerción policial – militar) para salir de la crisis, como es el caso de la guerra de rapiña e intervención militar como mecanismos de regulación de la crisis. Por esto se hace indispensable caracterizar la violencia institucional, el terrorismo de Estado, la guerra de baja intensidad o la actual doctrina de “guerra preventiva”, como los nuevos mecanismos que emplea el imperio para intentar relanzar hacia arriba la tasa de ganancia de algunas franjas del capital monopolista internacional, conduciendo a un proceso de mayor concentración y centralización de la propiedad.

El conjunto de contratendencias a la caída de la tasa de ganancia que examinamos con anterioridad, es la fundamentación de las políticas neoliberales, ya que se articula con sus premisas esenciales:

1. Flexibilización del trabajo, buscando incrementar la explotación y desvalorizar el salario

2. Privatización de los servicios públicos y empresas del estado, afectando la seguridad social.

3. Reducción del Gasto Público en salud, educación, transporte, etc.

4. Apertura internacional, para permitir el flujo de capitales, acelerando la velocidad de rotación de los mismos. Para ello requieren abolir las barreras proteccionistas de los países dominados, pero manteniendo los del imperio.

5. Control de las materias primas y de los recursos naturales de los países del llamado Tercer Mundo.

6. Imposición de gustos y patrones de consumo para facilitar la realización de las mercancías globalizadas.

7. Homogenización cultural, eliminando la diversidad étnica e incrementando el endorracismo y el desarraigo.

III. LA EMANCIPACION DEL TRABAJO COMO COMPONENTE BASICO DEL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO
Las anteriores características del régimen de producción capitalista, son relaciones de producción que pueden transformarse emancipando el trabajo:

1.- Eliminación de la separación entre los trabajadores o productores y las condiciones objetivas ( medios de producción y de subsistencia ) a través de la posesión directa de dichos medios, autogestionado por asociación libre de productores.

2.- Sustitución de los valores de cambio por los valores de uso, eliminación de las categorías mercantiles y de las funciones del dinero. Producción orientada a satisfacer necesidades, reducir la jornada de trabajo y expandir el tiempo libre.

3.- Superación de la contradicción entre el trabajo concreto y el trabajo abstracto, eliminación de la escisión entre el trabajo manual y el intelectual, impulsando el desarrollo multifacético de la capacidad productiva del trabajador, promoviendo el politecnismo en la formación profesional.
Realizar un proyecto de tal envergadura, implica cambios estructurales profundos, donde es necesario recorrer un periodo de transición.

A este periodo Marx lo definió como SOCIALISMO REVOLUCIONARIO, que en sus palabras consiste en un proceso dirigido a:
Eliminar las clases sociales y sus conflictos
Suprimir todas las relaciones de producción en que estas descansan
Liquidar todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción
Subvertir todas las ideas que brotan de esas relaciones sociales.
De la misma manera, Marx sostuvo que este sería un proceso PERMANENTE, queriendo decir ininterrumpido, y de CARÁCTER MUNDIAL.

IV.- HISTORICAMENTE LAS EXPERIENCIA SOCIALISTAS CONOCIDAS NO HAN PODIDO EMANCIPAR EL TRABAJO.

Cualquier balance que se haga de la llamada experiencia socialista o SOCIALISMO REAL, encontrará que tal proceso no se cumplió en ninguna de las premisas marxistas:

a.- No se suprimieron las relaciones de producción en que descansan las clases. En el capitalismo estas relaciones de producción son: RELACIONES DE APROPIACION PRIVADA DEL TRABAJO COLECTIVO Y DE LOS MEDIOS DE PRODUCCION, RELACIONES MERCANTILES Y DIVISION SOCIAL DEL TRABAJO.
La máxima modificación que se hizo en el régimen soviético, por ejemplo, fue la el cambio en la calificación jurídica de la propiedad, es decir, de la propiedad privada sobre los medios de producción se pasó a la propiedad estatal, dicho de otra manera, de un capitalismo individual se pasó a un capitalismo de Estado, corporativo.

b.- Las relaciones mercantiles fundadas en la Ley de valor-trabajo ( dinero, salario, precio, ganancia ) siguieron teniendo vigencia aunque se postuló que estas cambiaban de carácter y que sólo ayudaban a la contabilidad.

c.- La división social del trabajo no se puso en discusión, sino que se desarrolló aún más, copiando las experiencias de gestión capitalistas como el taylorismo, de la misma manera se asumió la tecnocracia sin crítica, en nombre de la “neutralidad de la ciencia”.

d.- No se subvirtieron los valores que brotan de las relaciones de producción capitalistas, sino que se perpetuaron hábitos y costumbres burguesas. Una de las conclusiones de tal enfoque, es la priorización del desarrollo de las fuerzas productivas con un enfoque tecnocrático, subestimando el papel de las relaciones de producción (formas de propiedad, relaciones mercantiles, división del trabajo)los valores y costumbres de los actores involucrados en el proceso.

e.- No se hizo la revolución permanente, sino que se planteó la revolución por etapa, como un proceso mecánico, incorporándole una serie de fases o períodos ( democrático-burgués, liberación nacional, democracia popular ) donde lo que se logró fue postergar los cambios fundamentales.

En tal sentido, pudimos reafirmar algunos postulados que son claves interpretativas del fracaso del marxismo soviético y su desarrollo en el llamado “ socialismo real”:

1.- En la URSS no hubo socialismo, sino capitalismo de Estado, al no superar el conjunto de relaciones de producción del capitalismo, más puntualmente, al dejar intacta la separación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual, la separación ciudad-campo, la separación y fragmentación de la tarea en nombre del progreso científico y el desarrollo tecnológico.

2.- Esto ocurre porque en el propio marxismo hay incrustaciones positivistas, las cuales fueron oficializadas por la Academia de Ciencias de la URSS.

3.- Parte de los sesgos economicistas y tecnocráticos del socialismo real, es responsabilidad de Lenin cuando a través de la Nueva Política Económica (NEP) le rindió culto a los técnicos burgueses, haciendo una apología del enfoque taylorista ( modificaciones de las normas de rendimiento del trabajo elaboradas por Taylor, aplicando técnicas “científicas” ) lo que en Rusia se llamó “stavjonismo”, como estrategia para elevar la productividad del trabajo “ socialista”

4.- Para el marxismo soviético, la división social del trabajo, se convirtió en una especie de antropología del trabajo casi “natural”, es decir, propia del ser humano en cualquier sociedad, tal como lo planteó Adams Smith o puede generar algunas patologías al estilo de Durkheim, pero al fin y al cabo el progreso técnico esta asociado a la especialización en el saber y hacer.

5.- Hoy es compresible el hecho de que la burocracia del partido y del Estado, no podían atacar esta relación, sin colocar en entredicho su propia legitimidad, tanto política como institucional. De lo cual resulta que no es una pura casualidad que todos los burócratas del mundo se hallan hechos los locos frente al proceso enajenador que tiene como raíz la división social del trabajo.

6.- Cualquier revolución que se proponga superar el capitalismo, tiene que saldar cuenta con esta herencia ideológica que nos dejó este tipo de enfoque y práctica social, realizada en nombre del socialismo
Por este conjunto de razones, es indispensable asumir una postura crítica frente al capitalismo de Estado, que en la literatura de cierta izquierda cuando examina la experiencia soviética, la caracterizó como “socialista”.

V LA SUPERACION DE LA DIVISION DEL TRABAJO, COMO FUNDAMENTO DE LA EMANCIPACION DEL TRABAJO .

“Dado que el objetivo de la emancipación socialista es la superación radical de la división social jerárquica del trabajo heredada, importa muchísimo cómo pueden las formas de mediación material transicionales emprender de manera efectiva la tarea de reestructurar el marco metabólico de la sociedad posrevolucionaria….la toma de decisiones jerárquica legada por el pasado, condena al proyecto socialista, en el mejor de los casos, al estancamiento si no a la recesión y la involución…”


Istvan Meszaros.
MAS ALLA DEL CAPITAL

En la experiencia del SOCIALISMO REAL reseñada, al no combatir coherentemente las relaciones de producción capitalista ( en particular el olvido de las implicaciones de la división social del trabajo como ya observamos en las anteriores líneas de este trabajo) se reprodujeron al interior del Estado, del partido, de las organizaciones de masas y de las sociedad en su conjunto, una serie de contradicciones:


1.- Separación entre la sociedad política y la sociedad civil

2.- Conflictos entre la ciudad y el campo

3.- Divorcio entre dirigente y dirigido, elector-elegido.

Como dijimos con anterioridad y es bueno recalcarlo por la carga ideológica que tiene para la izquierda venezolana, en la Unión Soviética se perpetuó la división social del trabajo, bajo el pretexto de la Nueva Política Económica ( NEP )impulsada por Lenin al comienzo de la revolución, donde se planteó utilizar los avances científicos-técnicos aportados por el capital, incluidos sus técnicos y especialistas. Lo que pudo ser unas condiciones impuestas por una coyuntura histórica específicas, se convirtió en una ley de la construcción socialista, donde se legitimó la burocracia, el monopolio y la jerarquía del saber en manos de la EXPERTOCRACIA.

Aquí se desconoció que las relaciones de producción no son METAFORAS, sino que comportan tanto una PRACTICA MATERIAL ( formas de propiedad, relaciones mercantiles, división del trabajo ) COMO UNA RACIONALIDAD ( formas de saber, representaciones, significados ). En este marco enajenador se generan múltiples prácticas:

a.- La apropiación egoísta de la producción material y simbólica.

b.- La competencia por la distribución y consumo de la producción social

c.- La división de tarea, funciones y roles que surgen del divorcio entre las actividades manuales e intelectuales.
La división entre el trabajo manual y el intelectual, como rasgo constitutivo de la división del trabajo en el capitalismo, posee diversas derivaciones:
Contradicción entre la teoría y la práctica, separación entre el saber y el hacer.
Dualismo sujeto-objeto, conflicto entre la subjetividad y la objetividad.
Fragmentación y atomización teórico-práctica, parcelación y simplificación de la tarea como lo hace el taylorismo.
Jerarquías y especializaciones, que consagran a la expertocracia y niegan el dialogo de saberes.

Estas derivaciones de la División Social del Trabajo la encontramos en el conjunto de las relaciones sociales en nuestra sociedad y sus consecuencias enajenadoras (divisiones, extrañamientos, separaciones, divorcios, contradicciones) cotidianamente están vivitas y coleando en diversas instituciones: Estado, Fábrica, Escuela, Parlamento, Sindicato, Partido, generando por supuesto la burocracia, el burocratismo y la burocratización.

Esta raíz histórico-social ( la división social del trabajo capitalista) de la burocracia de rutina se ignora en los análisis y propuestas anti-burocráticas, acudiendo a las simplificaciones: es un problema de cargos y organigramas, en otros casos se limita al tópico de la honestidad y compromiso de hombres y mujeres. Sin desconocer la incidencia de estos factores, hasta nuevo aviso esta focalización es inadecuada porque no asume la crítica y el desmontaje de las relaciones de producción capitalista, específicamente como hemos señalado la división del trabajo que es un relación suprapersonal, queriendo decir que está adosada a la estructura del capital no en el sujeto social.

Esta puntualización nos conduce a globalizar el análisis de la burocracia, ubicando sus múltiples determinaciones:
Existe una génesis o raíz de la burocracia: la división social de trabajo capitalista.
También existe una estructura como soporte simbólico y material de la burocracia, partiendo de esta división del trabajo: normas jerárquicas, funciones escindidas, tareas parceladas.
Están los sujetos sociales (individuos, capas sociales, clases, etnias) que interactúan en este contexto, que producen y reproducen esta relación de dominación.
A partir de esta caracterización, podemos proponer el siguiente mapa conceptual: el concepto burocracia referido a su génesis, burocratismo atinente a la estructura, burocratización como amenaza permanente que surge del proceso.
En tal sentido el combate al fenómeno burocrático hay que darlo en diversos frentes de batalla: génesis, estructura, sujetos, proceso.
Esta categorización hace compresible entonces, las limitaciones que hemos conocido cuando nos enfrentamos a la burocracia con un enfoque simplista:

a.- En muchas ocasiones el esfuerzo se hace en cambiar al dirigente, confiando que esto es suficiente para resolver el problema de la burocracia, pero al no atacar la raíz, enfrentar la estructura y prevenir los riesgos de la burocratización, se reproduce el fenómeno como algo fatal.

b.- De allí surgen los desengaños y la desesperanza: “se lo comió la estructura”, “se comporta como un burócrata”. “se echo a perder en el cargo”, “se le subieron los humos a la cabeza”.

c.- No es metafórica la existencia de una maquinaria burocrática que puede moler las mejoras intensiones e inutilizar dirigentes honestos y comprometidos.
Mirando la incidencia de la división del trabajo en el “agotamiento” de la política ( como concreción de la politiquería ) encontraremos que esta relación de producción capitalista ( separación sociedad política-sociedad civil, diferencia entre lo público y lo privado, distancia entre dirigente-dirigido, conflicto entre elector-elegido ) favoreció la autonomización de lo POLITICO, como una actividad especializada en manos de expertos, apareciendo las TECNOESTRUCTURAS O MAQUINARIAS BUROCRATIZADAS que secuestraron la soberanía política de los trabajadores, generando el desencanto y el malestar en torno a lo “político”.
Tal enajenación política, tiene que ver con la producción de los bienes materiales, y por supuesto, con diversos componentes culturales, pero la intermediación que realizan los funcionarios, gestores y delegados, posee también sus raíces en una forma muy peculiar de hacer política:

Bajo el sello de la burocracia, la “política” es una actividad separada del hombre común (separación entre la sociedad política y la sociedad civil) convirtiéndose en una especie de carrera para obtener privilegios y disfrutar de prebendas por parte de unos pocos. De allí el conocido clientelismo partidista, el nepotismo, la carguistis. En consecuencia, sobre el político existe un manto de sospecha como farsante, sucio, estafador, demagogo, oportunista. La desvalorización de la palabra empeñada, hace posible que cunda el escepticismo sobre la política, surgiendo la actitud de no creer en nada ni en nadie Una de las derivaciones de esta matriz cultural, la encontramos en el secuestro de la soberanía política, las estrategias fraudulentas y el electoralismo:

1.· Seudoparticipación, ya que el locus de la democracia se coloca en el acto electoral, donde se vota pero no se decide. De allí la caricatura del verbo participar : Yo participo, tú participas, nosotros participamos, OTROS DECIDEN.

2·- Ganar elecciones con trampas, donde se incluye desde las imposturas en la imagen personal, pasando por los discursos y las promesas vacías, y terminando en el uso de procedimientos para alterar o desconocer resultados.

3.· La política adquiere rasgos de baratija, que se cambia libremente en el mercado. Por ello la importancia del raiting, los centimetrajes de prensa. El contenido real es sustituido por la forma, imágenes, símbolos, números, predominando lo apariencial y lo efímero. Estamos frente a la escena política donde “todo vale”, incluido por supuesto la guerra sucia.
De allí que este planteado superar las raíces estructurales de tal proceso:
La eliminación de la enajenación del trabajo y sus productos, es la única manera de superar la ENAJENACION POLITICA.

De esta forma LA SOCIEDAD CIVIL PUEDE ADSORVER LA SOCIEDAD POLITICA , haciéndose innecesaria la intermediación del burócrata o de la expertocracia que sustituye al ciudadano común en la función de gobernar. La política como actividad separada no se justifica, y en consecuencia, LA BUROCRACIA MUERE , porque no tiene justificación material ni simbólica.

La superación de la enajenación política involucra el desarrollo de una NUEVA CULTURA POLITICA, una nueva manera de “decir y hacer la política” como lo plantean los zapatistas:
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